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Africa - Geografía Humana

Africa - Geografía Humana

África es la cuna de la humanidad y de allí proceden todas las especies de seres humanos que se han ido expandiendo por el resto de continentes, incluida la nuestra: el Homo sapiens sapiens.
En la parte sur y meridional del continente africano los habitantes son de raza negra, pertenecientes a diferentes ramas (bosquimanos, bantúes, sudaneses, pigmeos etc.).
Las estimaciones sobre la población no son precisas debido a lo obsoleto de gran número de censos nacionales. Se calcula sin embargo que viven en África no menos de 800 millones de personas.
En África predomina la raza negra, cerca de un 80% del total de la población, a excepción de la franja costera mediterránea donde son mayoritarios, aunque no exclusivos, tipos humanos arabo-bereberes y caucasoides-mediterráneos. Entre el Trópico de Capricornio y el Trópico de Cáncer la población es casi en su totalidad negra, y suele ser sub-dividida en cuatro grupos principales, aunque siempre han existido en las zonas limítrofes entre estos grandes grupos pueblos más o menos mixtos en todas sus combinaciones. Tales grupos principales son sudanés, (Sahel y países del Golfo de Guinea), nilótico, (Nilo, desde Sudán hasta los Grandes Lagos), cusita (Macizo etíope y Cuerno de África) y bantú, siendo éste el más extendido, ya que ocupa toda el área a partir del cinturón selvático ecuatorial. Es además un tipo mixto relacionado con dos tipos antaño muy extendidos (hoy en día minoritarios), los twa y otros grupos mal denominados pigmeos, habitantes de los bosques, y los kung-san, mal denominados bosquimanos, de las zonas áridas del extremo sur.
Migrantes de orígen francés se hallan establecidos en el Magreb y escasamente en las grandes ciudades de África Occidental, los de orígen español habitan Marruecos y el Sáhara Occidental, mientras que en Angola y algunas ciudades costeras de África Occidental hay un número minoritario de grupos mixtos de orígen africano-portugués. En el sur de África hay una significante cantidad (6 millones) de africanos blancos o afrikaaners, descendientes de holandeses e ingleses.
La mayoría de los africanos mantienen un estilo de vida rural, pero la urbanización aumenta ya que la gente abandona el campo para buscar trabajo en las ciudades. Las mayores densidades de población se encuentran donde el agua es más accesible, como en el valle del Nilo, las costas del norte y oeste, a lo largo del Níger, en las regiones montañosas del este y en Sudáfrica.
La cultura tradicional de los pueblos africanos está adaptada al medio en el que viven. Sin embargo, la colonización, el conocimiento de la cultura europea y el impacto del capitalismo occidental, ha aculturado a estos pueblos alejándoles de sus modos tradicionales de vida, y convirtiéndoles en pueblos subdesarrollados y sin recursos, en los que el hambre y la miseria son habituales.

Características de la población
En África las características de la población y su esperanza de vida varían según las condiciones. En África del Norte o Sahara, la mayor parte de sus habitantes son adultos y superan a la población juvenil, aunque no se da tampoco un envejecimiento progresivo. En el África subsahariana la mayor parte de sus habitantes son jóvenes, aunque en las últimas décadas se ha experimentado un crecimiento en la población adulta y un progresivo envejecimiento. Esto se da principalmente en países como Etiopía y Somalia, aunque en Sudáfrica también se experimenta un crecimiento de población adulta pero no tan común el envejecimiento. Lo más preocupante en esta región del continente es la persistencia de crisis alimentarias periódicas.
Población por sexo. La población por sexo varia en el continente, al Sur del Sahara conocido también como el África negra predominan las personas de sexo femenino, excepto en países como Angola, Mozambique, Etiopía, Somalia y Yibuti, entre otros. En cambio, en la mayor parte de los países del África del Norte predominan las personas de sexo masculino, excepto Marruecos, Sáhara Occidental, Mauritania y Chad.
La Geografía humana estudia el territorio como construcción de la actividad humana.Necesita conocer el número de habitantes que viven en determinado sector de la superficie terrestre y la forma en que se distribuyen. La posibilidad de estudiar la población nace con la estadística y la creación de censos regulares y universales. La demografía humana es la ciencia que estudia estadísticamente la composición y el estado de la población. Demografía estática: estudia la cantidad de población, distribución, composición por sexo, su lugar de residencia, tipo de actividades que realiza. Demografía dinámica: analiza las tasas de natalidad y mortalidad, esperanza de vida, crecimiento de la población y los movimientos migratorios.
Los datos de una población se pueden conocer a través de los censos.
Censo: recuento y clasificación de los habitantes de un país, una región en un día determinado.

Los movimientos de la población

  1. Positivos: aumenta la población
  2. Estacionario: población constante
  3. Negativos: disminuye la población

Factores que influyen en estos movimientos.
Físicos:

  1. Clima, latitud, altura
  2. Presencia de agua, suelos
  3. Insularidad, recursos existentes
  4. Posición respecto al mar

Humanos:

  1. Históricos
  2. Políticos
  3. Religiosos
  4. Económicos

Migraciones: movimientos o traslados de personas de un lugar a otro. Ciertas zonas son abandonadas por no ofrecer condiciones necesarias y se trasladan a otros lugares.
Inmigración: traslado de personas dentro de un país.
Emigración: traslado de personas fuera del país.
Tasa de natalidad. Indica el número de personas que nace en un año, cada mil habitantes.
Es el cociente entre números de nacimiento por 1000 sobre total de la población
Número de nacimientos. 1000 Total de la población
Tasa de mortalidad. Indica el número de personas que muere en un año, cada mil habitantes
Es el cociente entre números de fallecidos por 1000 sobre el total de la población
Total de la población. Esperanza de vida. Es una estimación del promedio de años que vivirán las personas. Este valor ha aumentado debido a las mejoras en la calidad de vida
Densidad de la población. Es el cociente entre la cantidad de habitantes por por km2
Número de habitantes. superficie en Km2
La densidad de la población es irregular, existen zonas extensas con poca población y a la inversa.  La población mundial es de alrededor de cinco mil millones de personas, las grandes concentraciones se ubican en el sur de Asia, Europa y la costa este deAmérica del norte.
Población urbana y rural. Los criterios para determinar cuándo un área es urbana o rural son muy variados; se toman en cuenta el número de habitantes, las actividades económicas, los edificios, calles y formas de vida. Las ciudades por lo general tienen un tamaño superior. Los gobiernos de distintos países fijan una cifra de población a partir de la cual un asentamiento es declarado oficialmente como urbano. Ejemplos: Noruega: 200 habitantes, Australia: 1.000 habitantes, Argentina: 2.000 habitantes España: 10.000. Japón: 30.000 habitantes.Las actividades son las industriales y especialmente de servicios. En los asentamientos rurales predominan las actividades agropecuarias.

Bosquimanos

Los pueblos de bosquimanos del sur de África encierran los secretos mejor guardados sobre el origen del hombre. Un nuevo estudio sobre la variación genética en la África sub-sahariana, donde se cree que se originó el ‘Homo sapiens’ moderno, resalta la importancia de la enorme riqueza de la historia genética de los que son los pueblos vivos más antiguos de la Tierra.
La investigadora de la Universidad de Uppsala (Suecia) Carina Schlebusch y sus colegas examinaron las variantes genéticas de 220 individuos de 11 poblaciones diferentes del sur de África para explorar sus relaciones y sus puntos en común. Los resultados indican que las poblaciones de bosquimanos, cuya divergencia de otros grupos africanos está considerada como una de las primeras en la historia de los humanos modernos, se separaron de otras poblaciones hace aproximadamente 100.000 años.
El dato ya se conocía en la comunidad científica, pero el trabajo de Schlebusch contribuye en gran medida a ampiar el conjunto de datos genómicos disponibles de los humanos más antiguos del árbol de la evolución humana.
Los investigadores, además, detectaron genes que estuvieron probablemente seleccionados en el momento en el que los bosquimanos se separaron de otros grupos de población de África. Estos incluyen genes relacionados con el desarrollo esquelético, como el crecimiento del cartílago y los huesos, o el sistema inmune o las funciones neurológicas.
El estudio revela cómo surgieron las poblaciones de humanos modernos alrededor del mundo a partir de una compleja historia evolutiva en África. Además, los resultados sugieren que otros estudios genómicos similares en el futuro pueden desentrañar alguno de los secretos que envuelven los orígenes de los humanos modernos.
Los primeros colonos holandeses llamaron a esta tribu bosjeman, significa “hombre de los bosques”.
Los bosquimanos, un pueblo de la etnia San, habitaron desde hace 20.000 años las tierras del África austral en lo que actualmente es Namibia, Zimbabwe, Botswana y Sudáfrica -algo más de 700.000 km2-.
Su forma de vida apenas ha variado en miles de años. Según estudios genéticos, son el pueblo más antiguo existente hoy en día, anterior a la aparición de la población negra africana.
Según se cree, también viven en Tanzania desde hace unos 10.000 años y actualmente quedan aproximadamente unos 3.000 bosquimanos en todo el país. Antes vivían en las montañas altas del Área de Conservación de Ngorongoro pero ahora suelen encontrarse en los alrededores del lago Eyasi.
El pueblo bosquimano -también llamados basarva (pueblo que no tiene nada) o san (extraños o vagabundos)- es el único que hoy puede hablarnos de nuestro pasado más remoto. Su forma de vida apenas ha variado en miles de años y, aunque su existencia nos permite retrotraernos al Paleolítico superior, han desarrollado lenguajes sofisticados, herramientas elaboradas y un conocimiento magistral de la naturaleza. Según estudios genéticos, son el pueblo más antiguo existente hoy en día.
Una de las características más peculiares es su idioma (llamadas lenguas joisanas) que consiste en el uso de chasquidos como fonemas para comunicarse. No tienen escritura.
Su modo de vida se caracteriza por ser nómada. Viven de la caza y de la recolección de frutas, raíces y cortezas de árboles. Cazan con arcos y flechas envenenadas que construyen ellos mismos y son reconocidos por su gran puntería. Suelen cazar desde animales pequeños como ratones, liebres, dic-dic y babuinos hasta animales más grandes como kudu o búfalos…
Como otras sociedades de cazadores-recolectores comparten algunos rasgos generales, tales como el agrupamiento en clanes pequeños o medianos basados en relaciones de parentesco. Por lo general son monógamos y mantienen una conducta solidaria y de reciprocidad, particularmente con la comida, pese a su escasez. Los hombres y las mujeres realizan tareas diferentes; normalmente los hombres cazan y las mujeres recolectan. Disponen de una escasa organización política formal, en las que no hay jefes hereditarios, aunque algunos individuos pueden ser particularmente influyentes por sus habilidades o su poder de persuasión.
Construyen sus casas con ramas, en forma de iglú, que cubren con pieles de animales, y durante la estación lluviosa se trasladan a vivir a las cuevas de las montañas.
En cuanto a las creencias de este pueblo, es destacable el papel de los chamanes o curadores. Los san creen que las enfermedades son producidas por los espíritus de los antepasados, que quieren que el enfermo les acompañe en el más allá. Por esta razón cuando una persona cae enferma se celebran bailes curativos en los que participa todo el poblado, además de los sanadores/as. Estos ritos también se celebran en ocasiones como prevención de las enfermedades. El trato a los muertos pues, es respetuoso, y éstos son colocados cuidadosamente en sus tumbas y enterrados bajo tierra.
Hoy en día tan sólo un tercio de la población san sigue viviendo de esta forma tradicional. La mayoría ha emigrado a los pueblos vecinos, donde trabajan en granjas o como sirvientes.

Los Bereberes (también llamados Amazigh o Imazighen, “hombres libres”) son una etnia indígena del Nordeste de África, hablan la lengua bereber de la familia afroasiática.
En la actualidad, el término Bereber es un nombre genérico que utilizan numerosas etnias que tienen una cultura, política, y economías similares. No es un nombre originario de la etnia en cuestión, seguramente es un derivado del Latín barbarie, traducido al español “bárbaros”.
Actualmente hay entre 14 y 25 millones de hablantes de las lenguas Bereber en el Norte de Africa, principalmente concentradas en Marruecos y Algeria, pero con pequeñas comunidades tan alejadas como en el este de Egipto o en el sur de Burkina Fasso. Sus lenguas, las lenguas Amazigh o lenguas Bereber, forman parte de una rama de la familia lingüística Afroasiática que comprende muchas variantes cerradas, con un toral de 14-25 millones de hablantes. Un nombre usado frecuentemente para denominar todas las lenguas bereber es Tamazight.
Los berberiscos o bereberes, como generalmente se les conoce, constituyen la mayoría de la población de los actuales Estados de Libia, Túnez, Argelia y Marruecos. Antes de la invasión árabe-marroquí también era común su presencia como nómadas tuareg en el antiguo Sahara Español.
La palabra “bereber” procede del latín barbarus (de donde procede también la palabra española bárbaro), palabra tomada del griego barbaroi o bárbaros, que significa extranjero, con la que se designaba a los pueblos ajenos a la civilización grecorromana. Los árabes heredaron de griegos y romanos esta denominación y llamaron a los pueblos norteafricanos barábir, plural de barbar.

Ellos no emplean este término y se designan a sí mismos con el nombre de sus tribus o se valen del vocablo amazig (en plural imazigen), que significa libre; su femenino, tamazigt, la libre, se aplica a su lengua.

Otros, al contrario, afirman que no fueron llamados bárbaros por los griegos o romanos que denominaban a los habitantes de la zona occidental de África mauri (moros). Los bereberes consideran ambas denominaciones peyorativas y se refieren a sí mismos como amazig, “hombres libres”.
Todos estos pueblos hablan o han hablado una lengua común que denominamos bereber. Es una lengua hablada, pues en raras ocasiones se ha escrito. Son muchos los dialectos bereberes y, a pesar de su multiplicidad, son evidentes sus afinidades y su origen común. La orientación política actual en los Estados norteafricanos independientes favorece la difusión del árabe en perjuicio del bereber. Allí donde el bereber conserva su lengua, mantiene sus costumbres, sus instituciones e incluso sus manifestaciones artísticas, pero, cuando forma parte del proletariado de las grandes ciudades como Argel o Casablanca y vive miserablemente, se siente completamente desarraigado de su ambiente ancestral y tampoco consigue adaptarse al nuevo género de vida.
Los beréber no son tradicionalmente practicantes del Islam, pero su asimilación con la población árabe en países como Marruecos y Argelia ha llevado a muchos hacia las tradiciones musulmanas. Así como muchos otros musulmanes en el África septentrional, muchos beréber creen en la continua presencia de ciertos espíritus o “djinns”. Los beréber no son, sin embargo, exclusivamente musulmanes y algunos practican el cristianismo o incluso el judaísmo. La vestimenta tradicional beréber es colorida y llena de decoración, pero también a través de los años ha integrado influencias de sus culturas vecinas e invasoras. Al día de hoy, muchos beréber portan el “haik”, una tela larga ceñida alrededor del cuerpo, similar a una toga romana. En los lugares donde la influencia árabe es más fuerte, los beréber utilizan vestimentas que cumplen con los estrictos requisitos de vestimenta musulmanes, incluyendo pantalones que cubren hasta el tobillo y el cabello cubierto.

Pigmeos

Término griego que derivó en el latín pygmaeus y que llegó a nuestra lengua como pigmeo puede utilizarse de distintas maneras. El origen del concepto está asociado a una población de fantasía cuyos integrantes, de acuerdo a los poetas de la Antigua Grecia, tenían una altura reducida y eran guerreros. Los pigmeos hablan un dialecto del idioma bantú, después de haber perdido su propio idioma a través de un proceso de interculturación con los bantúes. La pérdida del idioma de las gentes del bosque está influenciada por la posición dominante de la cultura negra bantú, aunque los dos grupos son genéticamente distintos.
Los nativos pigmeos se reconocen como maestros y guías en su relación con el bosque que habitan, por eso rechazan los esfuerzos de integración en otras culturas, como intenta la población bantú, que ha ensayado en alentarlos a cultivar sus propias plantaciones, los pigmeos “parecen atender hacer lo que se les dice” sin embargo cuando se retiran los asesores, olvidan realizar esfuerzos en los cultivos y toman “roban” las cosechas de los agricultores bantúes. Los pigmeos, “la Bambuti” consideran inferiores a los agricultores, porque no son del bosque, y los denominan “salvajes”, termino que les es atribuido a ellos por los agricultores. Los Bambuti llegan a los poblados para necesidades, ya sea ritual, física y de comercio. Sin embargo, se vuelve siempre al bosque y a su intensa relación con la naturaleza.
Los habitantes africanos del bosque tienden a ser notablemente más pequeños que los de las sabanas, y los pigmeos son el ejemplo más extremo. Sin duda, su pequeño tamaño les permite moverse en el bosque con mayor eficiencia que la gente de mayor estatura. Además, su pequeña masa corporal les permite a los pigmeos disipar mejor el calor corporal.
Los pigmeos viven en grupos que van de 15-70 personas, dependiendo de los factores externos —caza, comercio, enfermedades y área boscosa. Estos grupos tienden a ser nómadas y se mueven a diferentes partes del bosque varias veces al año, mientras cargan todas sus posesiones en la espalda. Su estilo de vida nómada es menos perjudicial para el ambiente del bosque lluvioso, debido a que le permite al grupo moverse sin sobreexplotar la caza local y los recursos del bosque. Cuando se establecen en algún sitio, los pigmeos limpian cualquier maleza, árboles pequeños y retoños, dejando intactos a los árboles que forman el dosel. Bajo la cubierta del dosel, los pigmeos se protegen del intenso sol tropical, y pueden cosechar mejor algunos alimentos como miel y animales. El grupo deja el dosel intacto, de modo que cuando se retira, el área puede regenerarse rápidamente a un bosque semiprimario. Sus chozas parecen superficilamente iglúes, con un domo de plántulas entretejidas y paredes hechas con las hojas de los árboles.
La mayoría de los habitantes africanos del bosque, pasan gran parte del año cerca de una aldea, en donde intercambian carne y miel por mandioca, productos cultivados y otros bienes. Un grupo del bosque acostumbra negociar en la aldea con la familia de su elección y una vez elegida, normalmente continúa negociando exclusivamente con ella. En ocasiones, la relación entre ambas familias continúa a lo largo de generaciones. Los habitantes del bosque tienen la opción de quedarse en la aldea, pero en lugar de hacer esto, regresan a una mejor vida en el bosque, en donde se enfrentan a menos enfermedades, tienen agua más limpia, menos trabajo, más opciones, menos incertidumbre, ninguna necesidad de obtener dinero y menos disputas. Algunos estudios han revelado que los habitantes africanos del bosque son más saludables y tienen una mejor dieta que otras poblaciones en el sub-Sahara africano.
La vida diaria de los habitantes del bosque es probablemente más simple que la de los aldeanos. Las mujeres realizan la mayor parte de la cosecha, utilizando canastas que cargan en sus espaldas. Los hombres se concentran en la cacería y la colecta de miel—quizás el producto forestal más apreciado y cotizado por los Mbuti y otros habitantes del bosque. Los Mbuti escalan más de 100 pies (30 m) en el dosel para alcanzar la colmena que contiene miel. Una vez que alcanza el panal, el escalador quema un tipo de madera que atonta a las abejas, y le permite irrumpir en la colmena y colectar la miel.
Los habitantes africanos del bosque son excelentes cazadores y cada grupo se especializa en su propio método de caza. Por ejemplo, los Efe cazan a sus presas (más de 45 especies de animales) casi exclusivamente con arcos y flechas. Otros grupos, además de utilizar arcos y flechas, usan redes para capturar a sus presas. Aunque en estos grupos los hombres realizan la mayoría de la caza de los animales arborícolas, utilizando arcos, flechas y ballestas, las mujeres juegan un papel importante en la captura de los animales del suelo. Los hombres acomodan las redes en un semicírculo, formando una pared de hasta un kilómetro de longitud y las mujeres acorralan a los animales en las redes, mientras que los hombres utilizan lanzas para matarlos.
Los habitantes del bosque tienen tradicionalmente un gran respeto por los animales que cazan y no sobreexplotan el recurso. Aun así, el comercio de carne silvestre ha rebasado los niveles sustentables durante los últimos años para abastecer la creciente demanda de las aldeas en expansión. Además, los habitantes africanos del bosque han sido contratados como guías de los traficantes de marfil para encontrar a los elefantes del bosque que se encuentran en peligro de extinción y cuyos colmillos son más valiosos que los de la sabana

Los hutus y los tutsis son los dos principales grupos étnicos en Ruanda. Son conocidos en Occidente debido a su papel en el genocidio de 1994, evento en el que los extremistas hutus masacraron a más de 800.000 tutsis además de a hutus moderados. Se cree que las diferencias en el tono de la piel pueden determinar si una persona es hutu o tutsi. Sin embargo, debido a que las razas se han mezclado regularmente, esta no es una guía fiable.

Tutsi.

 es un pueblo que conformaba la elite gobernante en los reinos africanos tradicionales situados en el sur de la zona occidental interlacustre de África centro-oriental, en los actuales Ruanda y Burundi y en una pequeña parte de la vecina Tanzania.
Al parecer, conformaban una minoría que no sobrepasaba el 16% de las sociedades que dominabanLos tutsis no son pastores ni nómadas, ni siquiera ganaderos. Son dueños de los rebaños, son la casta dominante, la aristocracia. Los hutus, en cambio, forman la casta, mucho más numerosa, de los agricultores. Entre tutsis y hutus dominaban unas relaciones feudales: el tutsi era el señor y el hutu, su vasallo.
Paulatinamente, a mediados del siglo XX, crece un conflicto dramático entre las dos castas. Lo que se disputan es la tierra. Ruanda es pequeña, montañosa y muy densamente poblada. Como sucede a menudo en África, también en Ruanda llega a producirse una lucha entre los que viven de criar ganado y los que cultivan la tierra. Sólo que en el resto del continente las extensiones son tan vastas que una de las partes puede retirarse y ocupar territorios libres, con lo cual el foco de la guerra se apaga. En Ruanda tal solución es imposible: no hay lugar al que retirarse, no hay adonde retroceder. Entretanto, crecen los rebaños propiedad de los tutsis y se necesitan cada vez más pastos (…).
De manera que de un lado tenemos tropeles de vacas en poderosa expansión -símbolo de la riqueza y fuerza de los tutsis-, y de otro, a unos hutus apretujados, presionados y acorralados: no hay sitio, no hay tierra suficiente, alguien tiene que marcharse o morir. He aquí el panorama de Ruanda en los años cincuenta, cuando en escena aparecen los belgas.
Hasta entonces, los belgas habían gobernado Ruanda apoyándose en los tutsis. Pero éstos forman la capa más instruida y ambiciosa de Ruanda, y son precisamente ellos los que exigen la independencia. Y además, ¡ya!, cosa para la que los belgas no están preparados en absoluto. Así que Bruselas, bruscamente, cambia de táctica: abandona a los tutsis y empieza apoyar a los hutus, más sumisos y dispuestos a compromisos. comienza por iniciarlos contra los tutsis.
Los efectos de tal política no se hacen esperar. Los hutus, animados y envalentonados, se lanzan a la lucha. En 1959 estalla en Ruanda una sublevación campesina (…). Nutridos grupos de campesinos hutus, desbocados y armados con machetes, azadas y lanzas, se abalanzaron, como un vendaval incontrolado, sobre sus amos y señores tutsis. Había dado comienzo una gran masacre, que África no había visto en mucho tiempo. Los campesinos quemaban las fincas de sus amos y a ellos mismos los degollaban y les rompían el cráneo. Ruanda estaba en llamas y la sangre corría a raudales (…).
En aquel momento, el país contaba con 2,6 millones de habitantes, entre los cuales el número de tutsis se elevaba a trescientos mil. Se calcula que murieron asesinados varias decenas de miles de tutsis y que otros tantos huyeron a los países vecinos: el Congo, Uganda, Tanganica y Burundi. La monarquía y el feudalismo dejaron de existir y la casta tutsi perdió so posición dominante.
Tanto hutus como tutsis despiertan de aquella revolución como de una pesadilla. Unos y otros han pasado por el trance de una masacre, los primeros causándola y los segundos sufriéndola como víctimas, y semejante experiencia deja en la gente una huella atormentadora e imborrable. En aquellos momentos los sentimientos de los hutus son contradictorios. Por una parte, han vencido a sus señores, se han sacudido el yugo del feudalismo y, por primera vez en la historia del país, se han hecho con el poder; pero por otra, no han derrotado a sus amos por completo, no los han eliminado, y esa conciencia de que el adversario ha sido gravemente herido, pero sólo eso, de que sigue vivo y buscará venganza, ha sembrado en sus corazones un miedo atroz e invencible.
El miedo a la venganza está profundamente arraigado en la mentalidad africana, y a sempiterna ley del desquite desde siempre ha regido allí las relaciones humanas, tanto entre personas como entre clanes. Y hay razones para tener miedo. Aunque los hutus han tomado la montañosa fortaleza de Ruanda y han instalado su gobierno, queda en ella, sin embargo, la quinta columna de los tutsis (unas cien mil personas), y en segundo lugar -cosa tal vez más peligrosa todavía-, la fortaleza está rodeada por cinturones de campamentos de tutsis expulsados de ella el día anterior. Por Jesús García.

 Hutu
Es un pueblo de agricultores que forman el núcleo de población de los reinos tradicionalmente situados entre el lago Victoria Nyanza y la serie de lagos que hay al oeste del Rift Valley de África centro-oriental, en los actuales Ruanda y Burundi. Los Hutus se asentaron en la región de los Grandes Lagos de África Central desde alrededor de los años 500 a 1.000 (antes de Cristo). Los Tutsis se establecieron en la misma zona hace unos 400 años. En todo el mundo hay aproximadamente 13 millones de miembros de la tribu Tutsi y 10 millones de miembros de la tribu Hutu. Los Tutsis también se conocen como Watutsis.
Su idioma es una variante occidental de las lenguas bantúes de esa zona interlacustre. Generalmente, se admite que al igual que los twa, cazadores y recolectores de las zonas selváticas, los hutus ocuparon originalmente esta zona. Algo más al sur, en Tanzania, los agricultores del reino de Buha reconocen su parentesco con los hutus, aunque no se les conozca por el mismo nombre. No existe información fidedigna acerca del número actual de su población, pero probablemente ascendía a unos cuatro millones antes de que Ruanda y Burundi alcanzaran la independencia a comienzos de la década de 1960.
Oficialmente, el genocidio de los tutsis en Ruanda, tuvo lugar en 1994, mas anteriormente hubo varias matanzas (progroms), hasta llegar a la de 1994 que se saldó con un millón de tutsis asesinados. El diario belga «Le Soir», escribía al respecto se trataba de arrastrar al mayor número posible de personas en esa locura criminal, con el doble propósito de comprometer al máximo de gente, y de ser lo más eficaces posible. El resultado es elocuente: un millón de muertos y miles de asesinos».
Las causas de esa matanza, cómo no, tiene que ver con la posesión de las riquezas naturales del país. Los tutsis, en su mayoría ganaderos, habían sido favorecidos por los colonialistas alemanes, y cuando estos fueron derrotados en la I GM, fueron sustituidos por los belgas, que siguieron con la misma política, en detrimento de los hutus. Así, mientras los tutsis recibían una cierta educación y sus jefes eran alzados a puestos políticos con sus migajas económicas, los hutus –agricultores- eran relegados, se les negaba el acceso a las escuelas, enseñanza, etc.,. Siendo mayoritarios en el país, eran sometidos por la minoría tutsi que los trataba como a siervos.
Los misioneros los católicos, se dedicaron a adoctrinar a los hutus y a inculcarles el sentimiento de ocupar su lugar mayoritario en el país. Ambas etnias estaban repartidas en dos países Ruanda y Burundi, curiosamente los dos únicos países cuyas fronteras existían antes de la llegada de los colonizadores. Y no fueron modificadas. En 1962, al acceder a la «independencia» Burundi, los jefes y cabecillas hutus, fueron casi exterminados por los tutsis. Al mismo tiempo, en Ruanda, fueron los hutus los que masacraron a miles de tutsis, exilándose otros cuantos miles a Uganda y Ruanda.
La horrible masacre de 1994 en Ruanda en la que perecieron un millón de tutsis fue impulsada, y luego permitida por las potencias extranjeras presentes en la zona, que en vez de intervenir y parar la matanza, retiraron sus tropas bajo el pretexto de no ingerencia. La ONU, se limitó a redactar alguna resolución que, naturalmente, no fue aplicada.

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