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Historia de las disnastías en China

De acuerdo con la tradición, el pueblo chino se originó en el valle del Huang He o río Amarillo. Las leyendas hablan de un creador, P’an Ku, al que sucedieron una serie de soberanos celestiales, terrestres y humanos.
Las pruebas arqueológicas son escasas, aunque fueron encontrados restos de Homo erectus, cerca de Pekín, que datan de hace 460.000 años, y que recibieron el nombre de Sinanthropus pekinensis. Se cultivaba arroz en la China oriental aproximadamente en el 5500a.C. y unos cinco siglos después se desarrolló una sociedad agrícola en el valle del Huang He. Hay pruebas fehacientes de la existencia de dos culturas con cerámica, la cultura de Yangshao (c.3950-c.1700a.C.) y la cultura de Longshan (c.2000-c.1850a.C.)
Las dinastías primitivas. La tradición dice que los Xia (1994-1766 a.C.) fueron la primera dinastía china hereditaria, que sólo desapareció cuando fue expulsado su último gobernante debido al poder tiránico que ejerció sobre su pueblo. Sin embargo, no hay restos arqueológicos que confirmen esta historia; la primera dinastía de la cual hay evidencias históricas es la Shang

La era de esplendor tuvo lugar bajo el reinado del emperador Han Wudi (140-87 a. C.), cuando el imperio se extiende al norte, manteniendo la frontera contra las tribus nómadas de los hunos, conquistando el territorio de la actual Corea, aumentando el comercio con el oeste a través del Turquestán y abriendo el comercio con Asia central, a través de la célebre Ruta de la Seda. En el sur se someten los territorios de Guangzhou.
Asimismo se restablece el confusionismo y las enseñanzas clásicas chinas, floreciendo en esta época el budismo, que había penetrado en China, desde la India, a través de la Ruta de la Seda.
Pero esta Dinastía se fue debilitando en sus últimos años. Desde el 220, final de la dinastía Han, hasta el comienzo de la dinastía Sui, se sucedieron diversos Estados: Los Tres Reinos y la Dinastía Jin del Oeste y del Este, los Dieciséis Reinos y las Dinastías del Norte y del Sur

Zhu Yuanzhang expulsa a los mongoles y funda la dinastía Ming (1368-1644), subiendo al poder como emperador Taizu en 1368. Establece la capital en Nanjing, expulsando de Beijing al emperador de la dinastía Yuan. El tercer emperador Ming vuelve a establecer la capitalidad en Beijing. Se recuperan las antiguas fronteras y se inicia una actividad marítima que llega hasta las costas de Arabia y de Africa. Florecen las bellas artes, principalmente la porcelana y la arquitectura.
En 1368, la dinastía Ming reemplazó a la dinastía Yuan. Los Ming suprimieron el sistema de Xuanzheng Yuan en la administración de los asuntos tibetanos, así como la concesión del título de “Tutor Imperial” a los monjes tibetanos, y en substitución, introdujeron un nuevo sistema de funcionarios monjes tibetanos. El más alto rango se llamaba Príncipe de Dharma, cuyas atribuciones eran diferentes de las del de Tutor Imperial de la dinastía Yuan. No residía en Beijing, no tenía derecho al cargo para los asuntos budistas de todo el país, ni tampoco feudo fijo. Esto indica que la posición era de carácter honoraria. Los Príncipes de Dharma ostentaban distintos rangos, pero no podían ejercer control unos sobre otros, ni La dinastía Ming (chino: ?, pinyin: Míng) fue la penúltima dinastía china, que gobernó entre los años 1368 y 1644. Sucedió a la dinastía Yuan, de origen mongol. Su sucesora sería también una dinastía extranjera, la dinastía manchú de los Qing.
La dinastía Yuan de los mongoles tuvo que enfrentarse en el siglo XIV a numerosas revueltas debidas en gran parte a los desastres naturales que asolaron China en aquella época. El descontento con una dinastía que, además, era vista como extranjera, provocó numerosas rebeliones. Una de estas rebeliones, que acabaría estableciendo la nueva dinastía Ming, fue encabezada por un líder campesino, Zhu Yuanzhang, que funda la dinastía Ming (“brillante”), con capital en Nanjing, en el año 1368.
Zhu Yuanzhang se convirtió así en el primer emperador de la dinastía Ming. Utilizó el nombre de época Hongwu para todo su reinado, por lo que se le llama habitualmente el “emperador Hongwu”. Su sucesor acabaría siendo su hijo, el emperador Yongle. Éste subió al trono tras una breve guerra civil en que se hizo con el poder arrebatándoselo al sucesor legítimo, sobrino suyo. Su falta de legitimidad le hacía tener enemigos en Nanjing, por lo que decidió trasladar la capital a Pekín, donde tenía su base de poder. Sin embargo, para poder ejercer el poder desde el norte era necesario tener buenos medios de comunicación con el sur, por lo que la capital se mantuvo en Nanjing hasta que se acabó de construir el Gran Canal.
Sería precisamente durante el reinado de Yongle cuando China se convertiría en la primera potencia marítima del mundo, como evidencian los siete viajes de Zheng He al sur de Asia y África. Sin embargo, estos viajes no tendrían continuidad. Probablemente por el coste que éstos habían supuesto para las arcas del Estado, China abandonó su flota y renunció a continuar las expediciones marinas.
La época Ming fue una época de crecimiento económico y esplendor cultural en que se produjeron los primeros contactos comerciales entre China y las potencias occidentales. Precisamente, el comercio con las potencias occidentales y con Japón, que los Ming intentaron impedir durante mucho tiempo, llevarían a una mercantilización de la sociedad similar a la que se había producido durante la dinastía Song. Estos contactos con otros países, sin embargo, mostraron la debilidad de China frente a Japón y las potencias europeas. La dinastía Ming entraría en declive económico y social hasta su caída durante el reinado del emperador Chongzhen, que se suicidó en 1644 cuando Pekín fue conquistada por un ejército rebelde liderado por Li Zicheng.
El vacío de poder que se produjo en China facilitaría la entrada de los conquistadores manchúes, la nueva dinastía Qing. podían ocuparse de los asuntos administrativos. Tenían que obedecer al Gobierno Central. A comienzos del siglo XVI los portugueses se establecen en Macao. A finales de este mismo siglo los jesuitas promueven el contacto entre China y Europa.
Uno de los acontecimientos mas importantes de esta dinastía es las guerras del opio. Desde la más remota antigüedad, la extensión de los mercados más allá de la comarca local o del ámbito de un estado, prospera si se dan condiciones de seguridad. Requiere un cierto orden que garantice el flujo comercial. Nada es más perjudicial al comercio que los riesgos del asalto, la piratería, la incautación caprichosa, la coima, el soborno, la violencia anárquica o la arbitrariedad de los poderes locales, ya sean éstos jeques, caudillos, sátrapas, burócratas, potentados o asaltantes de caminos. Como lo señaló muy bien Max Weber[1], la predicibilidad de la acción orientada al beneficio es consustancial al capitalismo. De nada valen los libros de contabilidad, los famosos cuadernos de doble entrada que inventara Francesco Datini en la ciudad de Prato, en los albores del Renacimiento[2], si no existe un conjunto mínimo de normas transparentes, y una autoridad que haga cumplirlas. Los mercados descansan sobre pilares de poder, y la estructura económica sobre bases no económicas, como lo demostró magistralmente Karl Polanyi en su libro La gran transformación.[3] Daré un ejemplo.
A lo largo de su larga historia, China vaciló entre la aceptación y el rechazo del comercio internacional. En la primera mitad del siglo diecinueve, Gran Bretaña, junto con otras potencias imperialistas de la época, forzó las puertas del Celeste Imperio para que éste se incorporara al libre comercio.
Durante el siglo XVI, mercaderes europeos merodeaban las costas de China en actividades piratescas. En 1557, los portugueses se apoderaron de las islas Macao, al sur de Cantón o Guangzhou. En 1515 llegaron los españoles y, ya en el siglo XVII, los holandeses (l601) y los ingleses (1637); todos durante la dinastía Ming. (Hu-Sheng. obra citada). Esta dinastía fue derrocada en 1644 por una rebelión de campesinos y letrados. Su intento de un Estado igualitario y utópico duró muy poco, pues fue eliminado por los manchúes. (Chesneaux, obra citada). En efecto, una invasión desde el norte instaló a la dinastía Qing o manchú, que fue la última monarquía china. En 1660, los franceses enviaron a China su primer navío mercante. En 1813, el Emperador comprobó que eunucos y funcionados de su corte y también muchos militares eran adictos al opio, y dictó regias para castigarlos: destitución, azotes y cepo. En 1816, otro intento británico de establecer relaciones diplomáticas terminó tan mal que se prohibió la entrada de todo extranjero a Beijín. En la década de 1830 el hábito del “Humo” (como diría Lartegy) se extendía rápidamente. Los británicos inundaron el mercado con droga barata. En 1832, el ejército imperial no estaba en condiciones de combatir
En 1833 el gobierno británico abolió el monopolio de la CIO (se efectivizó en abril del ’34). Las otras Compañías, como Dent y Jardine, comenzaron entonces a presionar sobre los delegados británicos y lograron avanzar por la costa hacia el norte. La Corte de Beijín consultó a funcionarios chinos: algunos sugirieron prohibir la importación y el consumo, por el daño sobre la salud del pueblo; umo de ellos, Lin Zexu, incluía un plan para recuperar a los adictos; otro, que encabezaba el movimiento pro-legalización del narcotráfico, fue destituido después. Al daño sobre la salud se agregaba el daño a la economía: el país perdía grandes cantidades de plata. El Emperador decidió suprimir el ingreso de opio: envió a Guangzhou, como comisionado imperial, a Lini Zexu y dictó la pena de muerte para los traficantes. A partir del siglo dieciocho se abrió un comercio entre los países occidentales y China. En ese país europeo y norteamericano encontraban productos muy preciados por la sociedad occidental, en particular el té y la seda. En cuanto a la magnitud de las actividades comerciales, se destacaba primero Gran Bretaña y a continuación Estados Unidos, Francia y Rusia.
Durante el siglo XVIII el consumo de opio se habia extendido tanto en China que el gobierno tuvo que recurrir a la importación de opio para poder atender la demanda. Los británicos que cultivaban la adormidera en la India se aprovecharon de esta situación para exportar grandes cantidades de opio a China y pagar así sus deudas comerciales. El Emperador chino tomó medidas drásticas para impedir esta importación y el contrabando que se habia generado.Esta medidas arruinaron a los comerciantes ingleses y proocó la guerra del opio.
La decadencia de la dinastía Qing era evidente. Los campesinos cada vez estaban más pobres y explotados. Numerosas revueltas surgieron, la más importante de las cuales fue la liderada por Hong Xiuquan en 1851, que iniciando sus actividades entre los Zhuang, pronto se hizo con el control de gran parte del centro y sur de China estableciendo el Reino Celestial Taiping con capital en Nanjing, que adoptó unas medidas revolucionariamente igualitarias. La debilidad imperial fue aprovechada por Francia e Inglaterra que lanzaron la II Guerra del Opio en 1860, aumentando su influencia sobre China. Rusia y Japón aprovecharon también la debilidad de los Qing, agudizada por las intrigas palaciegas de Cixi, que desde la sombra dirigió los últimos años de imperio, y tomaron diversos territorios chinos.
Aunque los primeros movimientos de reforma surgieron a finales del siglo pasado entre una burguesía china que se iba industrializando, la emperatriz Cixi los reprimió con dureza. En 1899 surgió el movimiento patriótico Yi He Tuan (conocido en Occidente como los Boxers por su dominio de las artes marciales), dispuesto a acabar con la influencia extranjera. Sólo provocó una nueva invasión y saqueo de Beijing por parte de las Ocho Potencias, (Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, Japón, Italia y el Imperio Austro-Húngaro). El alzamiento taiping (1851-8366) El campesino chino debía hacer frente, a la vez, al medio natural, al gran potentado o ti-tzu y al Estado. (Chesneaux) Los campesinos de la provincia de Kuangsi, ccercana a Guangzhou, se organizaron bajo un líder que se decía hermano de Jesucristoo y proponía instalar el Reino Celestial Taiping justo e igualitario, en reemplazo del autocrático yugo manchú (Taiping: gran paz). Formaron un ejército que marchó hacia el norte, haciendo picadillo a las tropas manchúes.
En 1853 establecieron su capital en Nanjíng y tenían influencia sobre seis provincias. Tuvieron el apoyo de una sociedad secreta, que ocupó Shanghai. Esta fue bombardeada por naves francesas, así el gobierno chino recuperó la ciudad, y cedió el cobro de derechos aduaneros a una comisión de extranjeros.
Inicialmente, la rebelión recibió la simpatía de algunos misioneros y comerciantes extranjeros que creyeron que su factible triunfo modernizarla al país y permitiría libremente las actividades religiosas y comerciales. Las Potencias se declararon neutrales, pero aprovecharon para presionar al gobierno manchú a ampliar (“revisar”) los Tratados:Apertura de todo el interior de China o, al menos, de otros puertos. Residencia de embajadores en Beijín o, al menos, contactos fluidos con los gobernadores.
En 1854, según Hu Sheng, Estados Unidos ofreció ayuda al gobierno manchú a cambio de estos requerimientos; y los demandó junto a Francia y Gran Bretaña. De 1854 a 1856 Francia y Gran Bretaña estaban ocupadas en la Guerra de Crimea. Pero, en octubre de 1856, utilizando como pretexto un incidente menor (del barco chino Lorcha Arrow) desencadenaron una nueva guerra. Tenían el apoyo de Estados Unidos y de Rusia, aunque estos países no enviaron tropas. la segunda guerra del opio: Legalización de la droga y alianza contra el pueblo.En 1858 las fuerzas anglo-francesas llegaron a Tianjín (Tientsin), muy cerca de Beijing, mientas Rusia ocupaba los territorios chinos al norte del río Amur. Tras la derrota, China firmó los Tratados de Tianjín. con la Rusia zarista, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, aceptando sus demandas: se abrió el interior y once puntos más. El mismo año se legalizó el comercio del opio, aunque los extranjeros sólo podrían venderlo en los puertos. Dado que la residencia de embajadores en la capital mostraría al pueblo el sometimiento del gobierno manchú, éste intentó alterar su cumplimiento. Como resultado. la flota anglo-francesa reanudó las hostilidades en 1859 y esta vez capturó Beijing.
La Convención de Beijing de 1860 ratificó los Tratados de Tianjin y a la vez comprometió a Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña a apoyar al gobierno manchú en contra de los Taiping. Citando a un autor chino y dos norteamericanos, Hu Seng resalta este giro de 180 grados: los antiguos enemigos se aliaron para combatir al pueblo chino. Un memorial chino de 1861 alude a dos enemigos más peligrosos que Rusia y Gran Bretaña los Taiping o Fa, en el sur, y el alzamiento campesino Nien en el norte.
En 1861 Gran Bretaña y Estados Unidos lograron dos puertos abiertos más: Hankeu y Kiukiang, cerca de la desembocadura del Yangtse. Ahora les interesaba mucho más ayudar al gobierno oficial a expulsar a los Taiping del curso inferior de dicho río. Como Estados Unidos no quería intervenir directamente, fue el mercenario norteamericano F. Ward quien lo hizo, reclutando incluso marineros ingleses y filipinos Tras algún éxito, el gobierno manchú le encargó alistar chinos, que tuvieron instructores norteamericanos y británicos. En Estados Unidos había comenzado la Guerra Civil (1861-65); aunque debieron retirar su flota, el destacamento de Ward permaneció y en mazo de 1862 el gobierno manchú lo proclamó “Siempre Victorioso Ejércotp” Ward murió a un enfrentamiento en septiembre, pero fue reemplazado por otro norteamericano y éste por el oficial británico Gordon, que apoyó a los manchúes en la recuperación de varias ciudades. Un contingente franco-chino, los Rifleros Franceses colaboró con los manchúes al sur de Shanghai.
Sitiada desde dos años antes, Nanjin cayó finalmente en julio de 1864. “El fracaso de la rebelión Taiping se debió principalmente a su propia debilidad”. De todos modos, es indudable que los británicos y franceses posibilitaron la supervivencia de una dinastía manchú moribunda. La conclusión de Hu Sheng es que a las Potencias no les convenía derrocar a la dinastía manchú sino mantener a este gobierno “corrupto y depravado” como intermediario (lacayo) para convertir a China en una colonia. Es lo que después se denominó neocolonialismo.

La dinastía Qin. Es la primera dinastía de una China reunificada y mucho más grande que la gobernada por los Zhou. El primer emperador unificó también la moneda, los pesos y medidas, los caracteres escritos, el ancho de los caminos y numerosas leyes más. Construyó enormes palacios en Xianyang para convertir a sus antiguos enemigos en cortesanos, y unificó los fragmentos de muralla construidos durante los siglos anteriores en la Gran Muralla. Desde que subió al poder inició la construcción de su mausoleo, una parte del mismo, los famosos Caballos y Guerreros de Terracota, han sido descubiertos recientemente. Su crueldad y los numerosos trabajos que impusó al pueblo sembraron el descontento, y tras su muerte, los rebeldes aprovecharon el reinado de un débil hijo, para acabar con la dinastía Qin, y arrasar su capital Xianyang.
El primer emperador también intentó extender las fronteras exteriores de China. En el sur sus ejércitos marcharon hacia el delta del río Rojo, lo que en la actualidad es Vietnam. En el suroeste su dominio se extendió para englobar la mayor parte de las actuales provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan. En el noroeste sus conquistas alcanzaron Lanzhou, en la actual provincia de Gansu y el noreste, un sector de lo que hoy es Corea, reconoció la superioridad de los Qin.
El centro de la civilización china, sin embargo, permaneció en el valle del Huang He. Aparte de la unificación y expansión del Imperio, el logro más conocido de la dinastía Qin fue la terminación de la Gran Muralla china. El coste económico y humano de las conquistas extranjeras de los Qin y la construcción de la Gran Muralla y otras obras públicas fue enorme. El peso siempre creciente de los impuestos, el servicio militar y los trabajos forzados crearon un hondo resentimiento contra la dinastía Qin entre las clases populares del Imperio. Además, las clases intelectuales estaban ofendidas por la política gubernamental de control del pensamiento, en especial la quema de libros.
El sucesor de Qin Shi Huangdi cayó bajo la influencia de un astuto eunuco de palacio. Siguió una lucha por el poder, mutilando la administración central y el pueblo indignado se levantó en una rebelión.
El estado de anarquía, debido a la debilidad de la dinastía Zhou, se adueñó de todo el territorio. De las continuas luchas surge una dinastía efímera, que toma el nombre de uno de los Reinos Combatientes del norte, Qin (221-207). El emperador más importante de esta Dinastía fue Shi Huangdi, el primer emperador que unificó el Imperio. Establece la capital en Xianyang, al oeste de la actual Xi´an. Este sometió a los gobernantes en lucha y se apoderó del poder, convirtiéndolo en un poder centralizado. Gracias a los legalistas se suprime el poder feudal. En este tiempo se unifica la escritura, el sistema de pesos y medidas, la unidad monetaria y la imposición de determinadas leyes.
Para ello, Shi Huangdi ataca a los doctores del confusionismo y ordena quemar los clásicos de la literatura y filosofía china. Pero la memoria y los ejemplares ocultos se encargaron de la pervivencia de estas artes. Para defenderse de las tribus nómadas, en el año 215, a.C. se inicia la construcción de la Gran Muralla en el norte de China.

Soberanos Dinastía Qin

Nombre Póstumo
Nombre familia China
Periodo de Reinado
Zhaoxiang
Ying Ze
306 AC–250 AC
Xiaowen
Ying Zhu
250 AC
Zhuangxiang
Ying Zichu
249 AC–247 AC
Qin Shi Huang
Ying Zheng
246 AC–210 AC
Er Shi Huangdi
Ying Huhai
209 AC–207 AC
No existe nombre
Ying Ziying
207 AC

Los soldados y los caballos de Qin

   Los soldados y los caballos de Qin tal vez son el descubrimiento arqueológico que más interés ha despertado en China. En la primavera de 1974, los campesinos del pueblo Xiyang de la región Lintong, después de pasar unas felices fiestas de año nuevo chino, se dedicaron a las labores del campo.
   Decidieron excavar un pozo hondo al sur para sacar el agua necesaria para la irrigación. Algunos campesinos empezaron a cavar donde les había indicado el jefe de la aldea. Todo transcurría en orden hasta el quinto día cuando empezó a aparecer tierra roja quemada. Entonces, sacaron algunas piezas de cerámica y flechas de bronce. Cuando el encargado de cultura de la aldea supo de eso, inmediatamente se dio a la tarea de proteger el sitio y restaurar los objetos encontrados. Restaurando las piezas de cerámica, se dieron cuenta que se trataban de hombres de tamaño natural.
   Nunca antes habían visto algo similar. Afortunadamente, un periodista de la agencia Xinhua (Nueva China) vio las piezas y escribió un extenso artículo. Todos los organismos estatales encargados de preservar el patrimonio cultural de China, voltearon los ojos hacia este descubrimiento y así fue como este sitio se convirtió en la maravilla del siglo XX. Desde ese momento el gobierno central de China comenzó a realizar cuidadosos trabajos de excavación con el fin de proteger y estudiar las terracotas. En el sitio fue construido un moderno museo en donde se exhiben la mayor parte de los objetos excavados. Después de 20 años de arduo trabajo por parte de arqueólogos, historiadores y muchos otros especialistas de China y del resto del mundo, hoy conocemos mucho más acerca de este sitio de gran valor histórico, cultural y artístico para China.

Breve descripción de las fosas

   En total fueron encontradas tres fosas que cubren una superficie de 50000 m. cuadrados. Las tres fosas están ordenadas como vasijas trípodes.
   La fosa 1 tiene gran profundidad; de este a oeste tiene 230 m., y de norte a sur mide 62 m., la superficie total es de 14260 m. cuadrados. Fue excavada en una superficie de terreno plano con una profundidad de 5 m. En el fondo tiene un podio de 45 cm. de tierra apisonada, y en total son 9 pisos. Conforme a las técnicas y a la habilidad de construcción de la época, fueron construidos 10 muros de tierra de 5 m. de altura que formaban un total de 11 pasillos en los cuales estaba colocadas las terracotas en 38 filas.
   El piso de los pasillos está hecho de ladrillos sobre los cuales estaban colocadas las ofrendas en estricto orden. Después de colocar a los soldados y a los caballos, las separaciones (los muros que separaban los pasillos) fueron forradas con grandes tablas de madera. Toda la estructura está debajo de la tierra conteniendo un gran ejército. Las fosa 2 y 3 tiene la misma estructura, y sólo difieren en el tamaño y la forma.
   La sección más antigua de la Gran Muralla fue iniciada en el 221 antes de Cristo, no mucho después que China fuera unificada en un imperio a partir de una vaga configuración de estados feudales. El primer emperador chino, Qin Shi Huang, restauró las murallas antiguas y las unió con una nueva construcción para crear una masiva fortificación de 4800 kilómetros (3000 millas) de largo para proteger las fronteras del norte contra los ataques de nómadas merodeadores.
   Pero Qin Shi Huang no era un gobernante benevolente que cuidaba a su pueblo. Fue un tirano vacilante y represivo que trató de estandarizar el pensamiento humano de la misma manera que estandarizó las leyes, pesos y medidas. Sus seguidores creían que la gente era inherentemente mala y necesitaba vivir bajo un conjunto estricto de reglas. Así que quemaron la mayoría de la literatura de Confucio en el país, pensando que ésta promovía el libre pensamiento. De hecho, el emperador hizo que el pensamiento no conformista fuera una ofensa capital y sentenció a miles de intelectuales a años de trabajo forzado en la Gran Muralla.
   El riguroso régimen Qin (pronunciado Chin) pensaba que sus reglas estrictas en cuanto a la vida en China permitiría que la dinastía perdurara por generaciones. Pero ese no fue el caso. En 209 a.C., justo un año después de la muerte del emperador, un ejercito de campesinos, encolerizado por las décadas de opresión, se rebelaron. Los oficiales provinciales, sabiendo que serían ejecutados por el simple hecho de informar de la rebelión, se quedaron callados. Cuando el gobierno central finalmente supo del levantamiento, era demasiado tare. Al final, la breve dinastía de Qin Shi Huang cayó víctima del miedo y la desconfianza producida por sus propios excesos.

Antigua dinastía manchú que reinó en China de 1644 a 1912. Tras eliminar a los Ming, dio al país un largo período de prosperidad, sobre todo durante los reinados de los emperadores Kangxi (1661-1722) y Qianglong (1736-1796), en los que la civilización china alcanzó un alto grado de refinamiento. En el s. XIX China entró en un período de decadencia, marcado por la influencia oriental, la debilidad militar y la anarquía interior. De este modo, el Imperio acabó hundiéndose tras el reinado de Ci Xi y fue proclamada la República (1911). fue la última dinastía feudal de China. La arquitectura de esta época heredó la tradición de la Dinastía Ming y las obras son más finas y lujosas.
La capital de esta dinastía, Beijing, mantenía la forma que había tenido en la Dinastía Ming. Existían 20 enormes puertas en la ciudad. La más grandiosa era la Puerta Zhengyang de la ciudad interior. Como seguían usando los palacios imperiales de la Dinastía Ming, los emperadores Qing establecieron grandes jardines imperiales como el Jardín Yuanmingyuan y el Palacio de Verano. Introdujeron el vidrio en la arquitectura china. Además, se popularizaron las viviendas civiles de distintos estilos.
Las peculiares construcciones de estilo lamaísta prosperaron en esta época. Los templos lamaístas rompieron las formas tradicionales de los templos antiguos y crearon ricas formas arquitectónicas. El Palacio Yonghe de Beijing y los templos lamaístas de Chengde son buenos ejemplos. En el último período de la Dinastía Qing aparecieron algunas construcciones que combinaban características chinas y extranjeras. El fundador de la dinastía Ming (1368-1644), Zhu Yuanzhang, quiso restaurar el antiguo esplendor chino, pero primero tuvo que solucionar la grave crisis económica del imperio, realizando un catastro de las tierras y un censo. Además, con el fin de controlar a sus súbditos repartió al ejército por todo el país. Yuanzhang también incentivó la cultura, sustituyó la madera por el ladrillo en las construcciones e innovó en los exámenes de Estado para aquellos que optaban por la carrera funcionaria (mandarines). Sin embargo, no pudo resolver la escasez de alimento y vestuario para su pueblo. Dentro de esta dinastía el Periodo Yung-Lo A su muerte y después de intensas luchas, le sucedió uno de sus hijos, Chengzu (Ch.eng-Tsu), quien llamó a su periodo (1403-1424) Yongle (Yung-Lo) o “eterna felicidad”. Chengzu incentivó el comercio exterior organizando partidas mercantiles a países como Camboya, Malasia y Tailandia, llegando hasta la costa oriental de África.
Asimismo, sometió a Manchuria en 1404, anexionó el reino de Annam en 1407 (hoy Vietnam) y convirtió en protectorado chino a Mongolia en 1410. Trasladó la capital desde Nankín a Pekín (Beijing) y, como esta quedaba más cerca de las fronteras, para protegerla mandó a construir la Gran Muralla exterior (1403-1435), adaptando la ya existente. También inició la edificación de la Ciudad Prohibida (1406) e implantó el neoconfucianismo. En 1644, al substituir a la dinastía Ming, el Gobierno Central de la dinastía Qing introdujo una serie de reglas y reglamentos para administrar el Tíbet. La dinastía Qing fue la que convirtió las provincias de Jiangsu y Anhui en dos provincias independientes. En 1946 la capital de la provincia se trasladó de Anqing hasta la actual Hefei. La provincia fue nuevamente dividida en dos en 1949: el norte se convirtió en Wanbei; el sur en Wannan. La reunificación tuvo lugar en 1952. Las fronteras provinciales fijadas en esa fecha siguen las mismas que las que estableció la dinastía Qing.
Primero, crearon un área administrativa legal en el Tíbet. Según la división legal, el área administrativa del Tíbet limitaba con Yunnan, Sichuan, Qinghai y Xinjiang. Llamada también U-Tsang, el área era equivalente a la actual región autónoma del Tíbet.
Segundo, se determinaron los sistemas político y administrativo y la forma de la organización del poder político local. Los Estatutos del Tíbet Revisados por el Emperador, promulgados en 1793 por la corte Qing, y el Código Legal de la Dinastía Qing estipularon que en el Tíbet, el Dalai Lama y el Panchen Erdeni eran los encargados de los asuntos religiosos con alguna responsabilidad en los asuntos gubernamentales, en las áreas de Lhasa y Xigaze, respectivamente. Ninguno podía ejercer control sobre el otro, mientras que el Alto Comisionado de la Corte Qing acreditado en el Tíbet administraba todo el Tíbet. Las dinastías Ming y Qing ejercieron en forma consecutiva la soberanía estatal en el Tibet. Fundada la dinastía Ming, el Tibet se subordinó por su propia iniciativa al Gobierno Central. La dinastía Ming heredó básicamente el sistema gubernativo de la dinastía Yuan en la región. Establecida la dinastía Qing, el Dalai Lama V mandó emisarios a Shengjing (hoy municipio de Shenyang) para ser recibidos en audiencia por el Emperador de la dinastía Qing y, de esta manera, estableció relaciones con dicha dinastía.
Una vez unificado el país, la dinastía Qing empezó a administrar el Tibet en forma mucho más estricta. En 1653 y 1713, los Emperadores de la dinastía Qing confirieron respectivamente los títulos al Dalai Lama V y Bainqen Lama V . De allí se definieron sus títulos oficiales “Dalai Llama”y “Bainqen Erdini” y su posición política y religiosa en el Tibet. En 1727, el Gobierno Central de la dinastía Qing nombró un alto comisionado destacado en el Tibet para supervisar a su nombre la administración local. En 1793, se promulgó el “Reglamento sobre el Arreglo Posterior en el Tibet” con un total de 29 artículos. El documento contenía estipulaciones específicas con relación a los asuntos políticos, económicos, extranjeros, religiosos, militares y de defensa del Tibet.
Durante el período de la República de China, el Gobierno Central, al igual que las dinastías Yuan, Ming y Qing, ejerció la administración local en el Tibet. En 1912, el Gobierno Central fundó la Oficina de Asuntos Mongoles y Tibetanos para hacerse cargo de los asuntos locales del Tibet y nombró un alto funcionaio para ejercer las funciones del alto comisionado de la dinastía Qing. Fundado el Gobierno Nacional de Nanjing, se instituyó en 1929 la comisión mongol-tibetana para hacerse cargo de los asuntos administrativos de las zonas de las etnias tibetana, mongola y otras. En abril de 1940, se estableció en la Lhasa la Oficina de dicha Comisión como un organismo permanente del Gobierno Central en el Tibet.
Proclamada la fundación de la República Popular China, el Gobierno Popular Central, según los hechos históricos y la realidad actual del Tibet, decidió adoptar la orientación de liberar el Tibet de manera pacífica. En febrero de 1951, el Dalai Lama nombró a cinco representantes plenipotenciarios encabezados por Ngapoi Ngawang Jigme quienes llegaron a Beijing a sostener negociaciones con el Gobierno Popular Central. El día 23 de mayo de 1951, los representantes del Gobierno Popular Central y del gobierno local del Tibet llegaron a un acuerdo sobre una serie de problemas relativos a la liberación pacífica del Tibet y firmaron el “Acuerdo del Gobierno Popular Central y el gobierno local del Tibet sobre las Medidas para la Liberación Pacífica del Tibet”, o sea, el Acuerdo de 17 Artículos. El acuerdo fue apoyado y aplaudido por el pueblo de diversas nacionalidades del Tibet.
El propio Dalai Lama envió, a su vez, el 24 de octubre de 1951 un telegrama al Presidente Mao Zedong expresando su apoyo al Acuerdo y su disposición a cumplirlo. En 1954, el Dalai Lama fue elegido Vicepresidente del Comité Permanente de la Primera Asamblea Popular Nacional y el Bainqen Lama, miembro del Comité Permanente de dicha Asamblea. En abril de 1956, el Dalai Lama se hizo cargo de Presidente del Comité Preparativo de la Región Autónoma del Tibet.
En marzo de 1959, se apaciguó la rebelión en el Tibet y se llevó a cabo la reforma democrática. En septiembre de 1965, se fundó oficialmente la Región Autónoma del Tibet.
Tercero, se concedieron títulos oficiales a los líderes religiosos del Tíbet. En 1653, el Gobierno Central otorgó al Dalai V el título de Dalai Lama, y en 1713, al Panchen V el título de Panchen Erdeni. Esto creó el sistema que permitía al Gobierno Central mantener el poder para aprobar las posteriores generaciones del Dalai Lama y el Panchen Erdeni.
Cuarto, con el fin de evitar que los líderes religiosos defendieran intereses personales abusando de su posición y autoridad, o expandieran sus fuerzas, el Gobierno Central introdujo en 1793 el nuevo sistema de determinación del niño reencarnado de un difunto Buda Viviente, mediante sorteo con una urna de oro.
Este devino el único sistema permisible para elegir un sucesor del Dalai Lama, el Panchen Erdeni o el Gran Lama. A tenor de este nuevo sistema, los nombres de los niños candidatos escritos en piezas de papel se colocaban en una urna dorada. Se echaba la suerte bajo la supervisión del Alto Comisionado, y el nombre elegido era designado niño reencarnado –sucesor del Dalai Lama, Panchen Erdeni o Gran Lama. El sucesor seleccionado no podía convertirse en heredero legal hasta ser aprobado formalmente por el Gobierno Central de la dinastía Qing. Esta fue una medida clave del gobierno Qing para fortalecer su administración en los asuntos religiosos del Tíbet y ejercer la soberanía completa sobre esta región.
Los manchures, una nueva tribu del norte, penetra en China a comienzos del siglo XVII, solicitados por un grupo de chinos, y en 1644 el hijo de un jefe manchú es erigido emperador de la última dinastía china, los Qing. Se ensanchan las fronteras y el imperio chino llega a su apogeo en algunos aspectos. En 1662 se conquista Taiwan, se incorpora el Tíbet y el Turkestán Oriental (Xinjiang). Durante la dinastía Qing, el emperador tenía miedo de que la raza de los han o auténticos chinos, consiguieran restaurar la dinastía Ming. El gobierno estaba en plena decadencia, China se encontraba bajo la opresión de los occidentales, en el interior del país y de la corte en general, imperaba el vicio y la depravación, la población pasaba hambre y el estado era cada vez más débilEn el quinto año del reinado del emperador Yun Qing, un anuncio prohibió el estudio y la práctica de las Artes Marciales, todos los gobernadores provinciales estaban autorizados a parar el estudio del Kungfu, así como el uso y estudio de cualquier tipo dearmas.
Cualquiera que se llamase así mismo Maestro de Kungfu o instructor de Artes Marciales, o simplemente practicase Kungfu, podía ser arrestado. Dado que mucha gente había estudiado Kungfu para mantenerse en forma, su prohibición causó un grave deterioro en la salud, el aspecto físico de la gente china era cada vez más débil y enfermizo, por lo que los extranjeros les llamaban “Enfermos de Asia”.
Los documentos que explican esto pueden ser fácilmente encontrados en cualquiera de las librerías de Beijing. Hacia el final del siglo XIX, la moral china era muy baja, sus relaciones con las potencias extranjeras la habían situado en una posición política inferior, pero era el fin de la dinastía Qing. Durante la primavera de 1909, primer año de reinado del último emperador, Fu Yee, llegó a Shanghai un luchador occidental llamado por los chinos, “Hou Ping”, el cual actuó demostrando su fuerza y sus conocimientos de boxeo en el teatro Apolo de Shanghai, concretamente en la calle Zuchuan, durante varias noches tuvo una gran afluencia de público. Y en la última noche, ante el numeroso público allí congregado, sé autoproclamó el hombre más fuerte del mundo, y el mejor luchador, retando al mismo tiempo a cualquier chino a luchar contra él.

La dinastía Shang (chino piying: Shāng, Wade-Giles: Shang) (1600 adC – 1046 adC), también conocida como dinastía Yin, es la segunda dinastía en la historia de China y la primera cuya existencia histórica está documentada. Su extensión territorial abarcaba el valle del río Amarillo.La dinastía Shang siguió a la legendaria dinastía Xia y precedió a la dinastía Zhou (1122 adC – 256 adC).
   La dinastía Shang gobernó en el territorio que ocupan las actuales provincias de Henan, Hubei, Shandong y la parte septentrional de Anhui, en el centro y norte de China. La capital, desde alrededor del 1384 a.C. en adelante, estaba situada en Anyang cerca de la frontera norte de Henan. La economía estaba basada en la agricultura; se cultivaba mijo, trigo, cebada y posiblemente arroz. También se cuidaban gusanos de seda, y se criaban cerdos, perros, ovejas y bueyes. Se han encontrado recipientes de bronce, armas y otras herramientas, lo cual indica el conocimiento de la metalurgia y la existencia de artesanía.
   La sociedad creada por los Shang era aristocrática. Al frente estaba el rey, que presidía una nobleza militar y elegía a los gobernantes territoriales, que estaban obligados a ayudarle en sus empresas militares. Entre esta clase aristocrática y los plebeyos había un estrato sacerdotal culto que se ocupaba de los documentos de gobierno y era responsable de la adivinación. Los Shang adoraban a sus antepasados y a una multitud de dioses, el principal de los cuales era conocido como Shang Ti, ‘el Señor en lo Alto’.
   Donde además de restos de casas y palacios, hay numerosas tumbas de reyes y príncipes con sus esposas y servidores enterrados vivos junto con ellos. Anyang no es más que una de las capitales de los Shang, ya que se dice tuvieron 6 capitales más durante sus 500 años de hegemonía. El relato de la caída de la dinastía Shang que aparece en las historias tradicionales chinas sigue el modelo legendario de la defección de los Xia. El último monarca Shang, un tirano cruel y libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un estado en el valle del río Wei. Situada en las franjas noroccidentales del dominio Shang, la cultura de los Zhou era una síntesis de los elementos básicos de la civilización Shang y ciertas tradiciones marciales características de los pueblos no chinos del norte y del oeste.
   La dinastía Shang es la sucesora de la dinastía Xia, que fue considerada por algunos como la primera dinastía histórica, mientras que la mayoría de los arqueólogos no están de acuerdo con esta consideración debido a que no se puede asegurar que los restos arqueológicos de la cultura de Erlitou sean precisamente de esta época.
   China en los tiempos de la dinastía Shang aún se encontraba en plena edad de bronce, debido a los restos arqueológicos hallados durante el siglo XX. Estos restos arqueológicos se basaban principalmente en objetos de bronce, aunque también se han encontrado huesos oraculares, que son huesos usados para la realización de oráculos. En los huesos oraculares además se han encontrado los primeros escritos de la antigüedad, lo que nos indicaría que los Shang fueron la primera dinastía histórica de China. Los territorios que se encontraban bajo el dominio de los Shang se extendia por el valle del río Amarillo.
   Según las leyendas, esta dinastía reino en China entre el periodo 1.600 a.C.-1300 a.C. Según las memorias históricas de Sima Qian, esta dinastía tuvo 20 reyes, siendo el primero de ellos Tang, jefe de la tribu de los Shang, y que fue el sucesor de los Xia tras derrocar a Jie, último rey de esta dinastía.
    El sistema monárquico de esta época era similar al de los últimos tiempos de la dinastía Xia, el cargo de rey iba pasando de padres a hijos, consolidándose de esta manera la dinastía.

Reinados de la dinastía Shang
   La lista de los reyes Shang en orden cronológico y la duración de sus respectivos reinados (la duración es aproximada, pues esta basada en las memorias históricas de Sima Qian) son:

  • Tang (29 años).
  • Tài Ding (2 años).
  • Wài Bing (32 años).
  • Zhòng Rén (4 años).
  • Tài Jia (12 años).
  • Wò Ding (29 años).
  • Tài Geng (25 años).
  • Xiao Jia (17 años).
  • Yong Ji (12 años).
  • Tài Wù (75 años).
  • Zhòng Ding (11 años).
  • Wài Rén (15 años).
  • Hé Dan Jia (9 años).
  • Zu Yi (19 años).
  • Zu Xin (16 años).
  • Wò Jia (20 años). 17. Zu Ding (32 años).
  • Nán Geng (29 años).
  • Yáng Jia (7 años).
  • Pán Geng (28 años).

El fin de la dinastía Shang

   Las memorías históricas de Sima Qian afirman que los Shang trasladaron hasta en 6 ocasiones la capital durante todo el periodo en el que estuvieron reinando en China. Se afirma también que precisamente el último traslado de capital, realizado por el rey Pán Geng a la ciudad de Yin, situada cerca de la ciudad de Aniang, en la actual provincia de Henan, hizo que los Shang vivieran su época de mayor esplendor. Algunos historiadores han denominado al rey Pán Geng y a sus sucesores reyes pertenecientes a la dinastía Yin, aunque dicha dinastía no esta reconocida oficialmente por todos los historiadores, afirmando que la dinastía Yin es la etapa final de la dinastía

Dinastía Liang (502-557), también conocida como Dinastía Liang Meridional, fue la tercera de las Dinastías del Sur en China, seguida por la Dinastía Chen. Dinastía Liang Occidental, cuya capital estaba situada en Jiangling en el 555, demandó ser el sucesor legítimo de la dinastía de Liang; era la sucesora de las Dinastía septentrional de Wei, Dinastía septentrional de Zhou, y Dinastía Sui, y fue abolida por la Dinastía Sui en el 587. Algunos eruditos proclaman que esta dinastía representa una “era de oro” de la China antigua, y que la caída de la dinastía de la tolerancia impidió seriamente el crecimiento de China en una gran medida. Esta teoría, sin embargo, es fuente de polémica.
A continuación, en el año 960 sube al poder la Dinastía Song, que se divide en una dinastía del norte y otra del sur. Fomenta las artes y renueva la cultura. Se considera la época de esplendor absoluto de la civilización china. También tuvo su época de luchas con los pueblos esteparios; en el 1127 los Nüzhen conquistan Kaifeng y fundan la dinastía de los Jin. Los Song se retiran al sur. En el año 1279 desaparece la dinastía Song del sur.
Al mismo tiempo, la China Song dependía menos del comercio terrestre de la Ruta de la Seda y, consecuentemente, decreció el contacto con las regiones de Asia Central y Occidental (y a través de ellas, con la India y el Oriente Medio). Esto no significa que no valoraran los logros culturales e intelectuales de los paises occidentales; por ejemplo, el emperador designó a un astrónomo, Ma Yize (910?-1005), cuyo trabajo era observar e interpretar los cielos usando métodos desarrollados en el mundo islámico (Ma Yize tenía antepasados procedentes de un área cercana al moderno noreste del Yemen)2 . La exposición directa a naciones y culturas del oeste fue, sin embargo, un punto débil durante el periodo Song, un fenómeno que generó un fuerte sentimiento de aislamiento geográfico y cultural del resto de Asia continental. Esto podría haber conducido también a un aumento del etnocentrismo, que podría explicar el declive en el interés por el Budismo (una fe extranjera) como religión patrocinada por el estado, aunque todavía florecía como religión popular. De hecho, durante el periodo Song diversas divinidades budistas se transformaron a nivel popular en manifestaciones más propiamente chinas. El bodhisattva masculino Avalokitesvara se convirtió en la distinguida matrona Guanyin, y Maitreya, el Buda del Futuro, se convirtió en el barrigudo y sonriente Milofo.
La política de pacificación de la corte Song funcionó bien durante un tiempo, aunque demostró ser corta de miras. Falló a los Song en dos ocasiones, cada vez con dramáticos resultados. La primera ocasión fue en 1127, cuando los jurchen sitiaron la capital del norte y forzaron a la corte Song a trasladarse al sur de China. La segunda vez fue en 1279, cuando los mongoles, decidiendo que preferían gobernar el territorio Song por si mismos en vez de arrancarles simplemente sus riquezas, atacaron a los Song y absorbieron el sur de China dentro de su ya inmenso imperio.
En la dinastía Song, en el siglo XII empieza a ser infrecuente la costumbre de sentarse en el suelo y aparecen sillas infantiles, estantes y pupitres. Durante este período encontramos rollos con pinturas describiendo el mobiliario: las mesas altas y sillas altas en templos, casas, palacios, casas de té, etc.
La dinastía Song fue un período de auge en el desarrollo del cuju, aunque dicho deporte puede remontarse a unos 3.000 años, cuando se originó de un juego infantil que consistía en patear una bolita de piedra. Más tarde, este juego llegó a ser un rito para pedir que lloviera. En la dinastía Han se popularizó el cuju, la pelota estaba hecha de cuero, era maciza y llena de materiales suaves como pelo de animal. El método de juego era más competitivo. Según datos históricos, en la dinastía Han la cancha del cuju estaba rodeaba por muros bajos y la meta se parecía a una casita. Cada equipo estaba formado por 12 miembros y tenía seis metas. En la competición había dos árbitros, el principal y un asistente.

En el 581 la dinastía Sui toma el poder y, aunque reinó poco tiempo, logró reunificar el Imperio y reorganizar la administración. Norte y Sur dejan de estar divididos, y con el inicio de la construcción del Gran Canal intercambian sus mercancías. La dinastía fue derrocada por una rebelión popular. En el año 618 un antiguo general de esta Dinastía funda la Dinastía Tang.
A pesar de que la dinastía Sui gobernó sólo unos treinta años, el primer emperador, Wendi (r. 581-604), un antiguo general de la dinastía Zhou del Norte, consiguió grandes logros. Entre ellos estuvo la reestructuración del gobierno para simplificar la administración interna, una revisión del código penal y numerosos proyectos de obras públicas, incluyendo la creación de un complejo sistema de canales que unía los ríos Huanghe, Huai y Yangzi. Wendi fue también partidario del Budismo, y fomentó la difusión de esta religión por todos sus dominios.
Wendi se ocupó también de proteger las fronteras de su nuevo imperio. En el norte dominaban los yuezhi, una confederación de guerreros nómadas de ascendencia turca. Los yuezhi controlaban las estepas mongolas desde Manchuria hasta el borde del Imperio Bizantino en el oeste; internamente, sin embargo, la confederación estaba sufriendo una división entre dos grupos rivales, uno controlaba la mitad oeste del territorio yuezhi, y el otro controlaba la este. Wendi ofreció su apoyo a los yuezhi occidentales, y trabajó para socavar el poder y la autoridad del khan de los yuezhi orientales. Estas maquinaciones políticas, juntamente con el reforzamiento de la Gran Muralla y un incremento en el número de tropas que patrullaban las fronteras norte, redujo enormemente la amenaza de ataques de los yuezhi orientales. Simultáneamente, esta política permitió también la reapertura de las rutas comerciales occidentales, y de nuevo se desarrolló una próspera relación comercial con Asia Central y Occidental.
En 581 el imperio fue reagrupado en la Dinastía Sui por un miembro de la familia real. Su nombre era Yangjian, luego fue conocido como emperador Wendi. Wendi reunificó China después de años de la desunidad, y establecido la capital en Chang’an(actual Xian). Durante esta dinastía, se reconstruyó la Gran Muralla China y se empezó la construcción del Gran Canal – del cual se ha concluido 1 764 kilómetros de estrechos artificiales entre ríos. El canal ligó la parte septentrional de Pekín a la parte meridional de Hangzou y contribuyó mucho al cambio cultural y económico entre las dos áreas. El transporte por el canal jugaba también en importante papel en mantener la defensa de China. Esto era también un período cuando budismo floreció en China, cambiando su cultura.
Aunque la dinastía Sui fuera un período del progreso en muchos aspectos, sólo duró 38 años. La caída del imperio en 618 fue causada principalmente por una recesión económica, fracasos militares contra Corea y numerosas revueltas populares debidos por tiránicas exigencias del gobierno.
Uno de los emperadores mas importante fue, Yangdi o Yang Guang. Este emperador de la dinastía Sui, nacido en el año 569 con el nombre de Yang Guang y fallecido en 617. Ascendió al trono en 604, sucediendo en el mismo a su padre Wendi. El reinado de Yangdi se caracterizó en una primera etapa por la expansión exterior y la prosperidad interior, para derivar posteriormente a una decadencia política que condujo al derrumbe del Imperio Sui y al encubramiento de una nueva dinastía, los Tang.

La época Tang está considerada la edad de oro en los anales de historia china, marcada por un periodo de dominio militar y político sin precedentes del continente asiático. Es también notable por su gran prosperidad material, elevados logros artísticos y culturales, y un nivel de interés y tolerancia respecto a las culturas y religiones extranjeras que convirtieron Chang’an, la capital Tang, en la ciudad más cosmopolita del mundo. Miles de mercaderes y artesanos extranjeros vivían en Chang’an y otras grandes ciudades del imperio, mientras los seguidores del Budismo, el Zoroastrismo, el Maniqueísmo, el Islam y el Nestorianismo rendían culto según sus propias costumbres en templos, mezquitas o iglesias, algunas de las cuales se construyeron con fondos donados por la corte Tang.
Enviados extranjeros visitaban regularmente la corte Tang, trayendo regalos y tributos de origen turco, uyghur, toqari, sogdiano e iraniano. Otro tipo de enviados diplomáticos eran los clérigos budistas que viajaban a China desde la India, Asia Central, Corea y Japón para estudiar y enseñar en famosos templos. Estos clérigos eran a menudo recibidos en la corte, y de la misma manera, sacerdotes budistas chinos viajaban a los centros de saber religioso (como Dunhuang) que se habían desarrollado en la cuenca del Tarim, donde se comunicaban con clérigos de diversas fes. Otros monjes, como el famoso Xuanzang, viajaron hasta la India en busca de escrituras originarias de la tierra de la tierra donde había nacido el Budismo.
La aristocracia y la sociedad adinerada Tang estuvieron fuertemente influenciadas por la música y las artes extranjeras. Los músicos y bailarines de Asia Central eran muy apreciados tanto en la corte Tang como a nivel popular. Platos aromáticos hechos con caros ingredientes importados y especies eran servidos a los ricos, acompañados de vino hecho de uvas. Las mujeres chinas se arreglaban el pelo a la manera uyghur, mientras que los hombres a la moda adoptaban las mallas, los cuerpos ajustados y los tocados turcos.1 Estas relaciones pacíficas y provechosas entre los chinos y los residentes extranjeros de las grandes ciudades continuaron hasta que empezaron a surgir fricciones entre los comerciantes extranjeros y los mercaderes chinos a finales del siglo VIII. Esta fricción fue aumentando poco a poco bajo la forma de un creciente resentimiento y recelo hacia los comerciantes expatriados que vivían en Chang’an y otras ciudades, hasta que en el año 836 se promulgaron unas leyes que prohibían contactos sociales externos entre los chinos y los extranjeros. En el año 845 las políticas liberales de la corte Tang hacia las religiones extranjeras cambiaron completamente, y todas las religiones extranjeras fueron ilegalizadas.2
Las fronteras se extienden hacia el oeste; es una época de florecimiento cultural con la aparición de poemas como Chu-ci. Se mantienen contactos con Japón, Corea y con los árabes. Pero esta Dinastía, al igual que las anteriores, también tuvo momentos de debilidad, siendo interrumpida por los reinados llamados tradicionalmente las Cinco Dinastías y los Diez Reinos.
A la dinastía Han siguieron el Período de los Tres Reinos, las dinastías Jin del Oeste y Jin del Este, las Dinastías del Sur y del Norte, la dinastía Sui, etc. En el año 618, Li Yuan fundó la dinastía Tang. Li Shimin (626-649 en el trono), hijo de Li Yuan y conocido como Taizong de los Tang, puso en práctica una serie de acertadas medidas políticas, que llevaron a su cenit la prosperidad en el marco de la sociedad feudal china: la agricultura, la artesanía y el comercio alcanzaron un gran desarrollo; la manufactura textil, el teñido, la producción de cerámica, la construcción naval y otras técnicas se perfeccionaron; lo mismo ocurrió con la construcción de vías terrestres y fluviales, que en un momento dado se entrecruzaban por todo el país. Hacia los años 60 del siglo VII, las fuerzas de China no sólo se habían asentado sólidamente en las depresiones del Tarim y de Junggar, y en la cuenca del río Ili, sino que también se habían extendido hasta muchas ciudades-estado del Asia Central. China entabló amplias relaciones económicas y culturales con numerosos países, como por ejemplo Japón, Corea, India, Persia, Imperio Árabe, etc
El apogeo socioeconómico y cultural de la sociedad feudal en China tuvo lugar durante la Dinastía Tang (618-907). La arquitectura de esta época es majestuosa, bien distribuida y de colores simples y claros.
La planificación integral de las construcciones se madura en la Dinastía Tang. En la capital Chang´an (actual Xi´an) y la capital oriental Luoyang se edificaron palacios, jardines e instituciones gubernamentales de gran tamaño y distribución racional. Chang´an era la ciudad más grande del mundo en aquella época y estaba muy bien distribuida. El palacio imperial Daming era tan grandioso que la superficie de sus ruinas es tres veces la de la Ciudad Prohibida de las dinastías Ming y Qing.
La arquitectura de madera de la dinastía Tang unificó estructuras y formas. Soportes, columnas, arcos y otros elementos arquitectónicos combinan perfectamente fuerza y belleza. El Templo Fuoguang de la montaña Wutai, provincia de Shanxi, es una típica construcción de la Dinastía Tang.
Además están las construcciones de ladrillo y piedra de la época. Las torres budistas se construyeron generalmente de estos materiales. Las Dayan y Xiaoyan de Xi´an y la Qianxun de Dali son buenos ejemplos. Uno de los cuentos mas famosos de China es el de la Dinastía imperial china que gobernó desde el 618 hasta el 907, fundada por Li Yuan (que adoptó el nombre imperial de Gaozu). Fue la edad de oro de la poesía y del cuento, coincidiendo con el apogeo de la vieja civilización china.
Durante la época de las Seis Dinastías (222-589), el cuento alcanzó características bien definidas, basándose en leyendas, hechos, historias o dichos de hombres célebres, etc. Pero es durante la dinastía Tang que comenzaron a escribirse verdaderos cuentos creados por la imaginación de los escritores.
El valor literario de estos cuentos, consecuencia de la aparición de una rica clase urbana, culta y brillante, recae en el contenido ideológico que reflejan los diferentes conflictos de la sociedad de entonces, e inclusive el inconformismo a la moral feudal china, al valorizar a la mujer y exaltar el sentimiento amoroso.
Chen Ki-Tsi (nació en Sutchó en el año 750 y murió en el 800. Fue un conocido literato e historiador, autor de “Confidencias de una almohada”). Yen, la zorra encantada

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