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Media Luna Fértil - Geografía Física

Media Luna Fértil - Geografía Física

Cuenta la leyenda que Assur, fue fundada por Uspia, un extranjero, que la estableció en un lugar fértil, donde se erigió un gran templo, dedicada a Assur, su divinidad solar. También se construyó el templo doble de Anu (dios sumerio) adoptado por los babilonios como dios de a medicina y Adad, (dios del trueno, de origen hitita o ario) con celdas separadas para ambos dioses, pero con un patio en común.
Assur (Ashshur) es el nombre del dios y de la capital de los asirios y, por extensión, el de su reino, al que los griegos llamaron Assyria (Asiria). (Este nombre no debiera emplearse para antes del 1400 a. C., apr.) Las primeras fuentes asirias son algo anteriores a la III Dinastía de Ur.
Por Asiria suele entenderse la región del alto Tigris en que el río atraviesa los pasos del Jabal Hamrín, hasta un punto al N. de Nínive, y el área entre los dos Zab. Por el N. Asiria llegó luego hasta las tierras montañosas de Urartu. Al E. y SE, limitó con la región de Nuzi (cerca de la actual Kirkuk, la Arrapjitis de los griegos). En un área de pastos y secano, lluvia suficiente y dificultad para la irrigación (el Ònicho nuclearÓ asirio), en el Tigris, sus poderes locales comerciaban a larga distancia con Anatolia desde antes del 2000 (karum o agencia mercantil asiria hallado en la anatolia Kanish, hoy KŸltepe), mediante grandes caravanas de onagros.
A comienzos del II milenio sus principales ciudades eran Asur (Ashshur), a 300 km al NO. de Bagdad, homónima del dios principal; Nínive, junto a la actual Mosul; y Urbilum (Arbelas, hoy Irbil), a unos 350 km al N. de Bagdad. En tiempos de Ur III, Asur era una capital provincial, aunque el territorio asirio no estuvo nunca bien controlado por Ur, pues se mencionan guerras y la destrucción de Urbilum. Los sumerios llamaban a Asiria Shubir (Subartu, en acadio), lo que acaso aluda a una población originariamente subarita, relacionada con los hurritas. Gasur (Nuzi) estaba en zona de lengua acadia ya en el 2200, pero fue hurrita no mucho después. El asirio, dialecto del acadio, se distanció bastante del babilónico.
Procedentes, según su propia tradición (Òlistas realeso) de una época remota en que Òlos reyes habitaban en tiendasÓ, los asirios, amorritas, tuvieron en Shamshi Adad I (1813-1781), Òlugarteniente de AssurÓ (el dios), al primer jefe que logró controlar bastantes de los territorios intermedios (N de Mesopotamia), incluidas Mari y sus conexiones con el Mediterráneo. Hijo de un jefe amorrita de la región de Mari, reinó en Asiria tras haber vivido en Babilonia. Nombró virreyes a sus dos hijos, en Ekalatum (junto al Tigris) y en Mari, dominada, y fue sucedido por el mayor, Ishme Dagan. La frontera de Asiria llegó con él hasta los dominios de Hammurabi.

Herodoto describe a Babilonia como una ciudad de plano cuadrado de 21×21 km., aproximadamente, con un perímetro de 85 km., cubierto por una muralla completa de 27,50 metros de alto y 9 metros de ancho, con 50 torres almenadas y 100 puertas de bronce. La ciudad estaba dividida en dos por el río Eufrates, tenía calles rectas que se cortaban en ángulo recto por otras que desembocaban en el río después de atravesar las puertas de la ciudad. Las viviendas llegaban a tener 3 o 4 pisos, sobre una margen del Eufrates estaba el palacio real y sobre la otra el Templo de Belos con una torre de ocho pisos.El final de ambos recorridos, que antiguamente desembocaban en el Golfo Pérsico en forma separada, hoy se unen a 110 Km. al Norte de su desembocadura, formando el actual “Río de los árabes”
Las nieves de las montañas se derriten en primavera y un gran volumen de agua desciende por los dos ríos desbordando hacia la llanura. El depósito de limo dejado por las inundaciones forma una tierra sumamente fértil, similar a las que las crecientes anuales del Nilo dejaban en su valle, haciendo propicia la siembra fecunda.
La región puede ser dividida en tres áreas bien definidas:
Al Norte. La Media Luna Fértil, donde las laderas orientales de las montañas y la cantidad de lluvias la hacen adecuada para los cultivos regulares.
Al Centro. Se encuentra la gran meseta central de piedra caliza, donde los antiguos pobladores tuvieron que irrigar vastas extensiones de tierra por medio de canales para lograr sus cosechas.

El antiguo Elam quedaba situado, más o menos, en territorio del actual Irán, sirviendo de enlace entre los antiguos pueblos del Irán y los centros del Asia anterior. De hecho, los valles de los ríos Kerka (Uknu) y Karun (Ulai), que formaban las puertas de entrada a Elam, no eran más que la prolongación oriental de la llanura mesopotámica. Elam formaba una meseta irregular, rodeada por cadenas montañosas -los montes del Kurdistán lo separaban de Urartu; los montes Zagros, de Mesopotamia; la cadena del Indukush, de la India; los montes de Kopetdaj limitaban por el norte; y los montes de Suleimán, por el sur, separando el mar del desierto de Lut, que ocupaba, junto con el desierto de Kavir más al noroeste, la zona central de Elam. Aunque la distribución geográfica de Elam no es del todo conocida.

Capital del imperio de Asiria. Los hebreos daban el nombre de “Nínive, aquella gran ciudad” a la aglomeración que rodeaba la capital y ocupaba el distrito situado en la confluencia del Tigris y del Gran Zab (Gn. 10:11, 12; Jon. 1:2; 3:3; Jdt. 1:1). En un sentido más propio, Nínive era la ciudad que se elevaba sobre la ribera izquierda del Tigris, en la confluencia de este río y un pequeño afluente llamado actualmente el Khoksr, a unos 43 Km. por encima de la confluencia del Zab y del Tigris.
Los fundadores de Nínive fueron babilonios (Gn. 10:11). Manishtusu, de la dinastía semítica de Acad (hacia 2425-2245 a.C.) construyó un templo dedicado a Ishtar, divinidad tutelar de Nínive. Varios otros pueblos propagaron este culto hasta Egipto y al suroeste del Asia Menor.
Assur, a unos 95 Km, al sur de Nínive sobre la ribera opuesta, fue al principio la sede del gobierno. Pero cuando Salmansar construyó un palacio en Nínive (1280-1260 a C.) esta vino a ser la capital. Assurbanipal y su sucesor Salmansar (885-825 a.C. aprox), ejercieron un gobierno bicefálico durante algún tiempo; tenían palacios residenciales en Nínive y en Calah. Sus sucesores, aunque tenían su capital en Nínive, tenían también palacios en Calah, en Dur-sharrukin y en Tarbisu.
Situada en la confluencia entre el río Tigris y el Khosr, Nínive era un importante punto de paso de las rutas comerciales que cruzaban el Tigris. Ocupaba una posición central en las rutas entre el Mediterráneo y el Índico, uniendo así el Este y el Oeste, recibiendo influencias y riqueza de muchos lugares. Llegó a convertirse en una de las más grandes ciudades antiguas de la historia.

Mari fue una ciudad antigua situada al oeste del Éufrates en la actual Tell Hariri (Siria). Estuvo habitada desde el quinto milenio a.C y su etapa de mayor esplendor fue entre el 2900 adC y el 1759 adC, cuando fue Mari ha sido habitada desde el quinto milenio antes de Cristo, pero su mayor importancia fue durante el tercer y el segundo milenio a.C. La población de Mari era semita, seguramente formada por la misma migración que la de eblaitas y acadio saqueada por Hammurabi. En la Biblia, Abraham pasó a través de Mari en su viaje desde Ur a Harran.

Nace en la Armenia, fluye por las montañas de Anatolia hacia Siria y posteriormente Irak. El río se confluye con el Tigris para formar el Shatt al-Arab, que a su vez desemboca en el golfo pérsico. Tiene una longitud de 2.780 km. En la Biblia es conocido como “el río” y es el que atravesaba Babilonia.
Es un río de unos 2800 Km de longitud. Como hemos dicho anteriormente nace en Turquía y se forma de la unión del Kara-su, de 450 Km. de recorrido, que generalmente es aceptado como el verdadero Eúfrates y el Murad-su, de unos 650 Km. Su curso gira hacia el Mediterráneo, pero a unos 160 Km. de la costa, un accidente del terreno le hace desviarse hacia el sureste y toma el camino hacia el Golfo Pérsico.
Su desembocadura que no se corresponde con la desembocadura histórica de ambos ríos. Su caudal no es abundante en relación al tamaño de su cuenca ya que discurre por zonas áridas y desérticas donde se da un importante aprovechamiento hídrico, con multitud de presas en su curso, sobre todo en Turquía, y la irrigación en Mesopotamia que tiene más de 3000 años de historia. Esta escasez de agua en el Oriente Medio deja a Irak con el temor permanente de que Siria y Turquía vayan a utilizar la mayor parte del agua antes de que llegue a ellos. El caudal medio es de 830 m³/s cuando entra en Siria, pero oscila entre los 300 m³/s del periodo de estiaje y los 5.200 m³/s en sus máximos fluviales que causan inundaciones.

Cuando se habla del Medio Oriente, rápidamente se asocia el área con el petróleo y la conflictividad vinculada con sus yacimientos. En realidad esta es sólo una de las más que obvias razones de la hostilidad en la región. Otra, aún no tan conversada, es el agua y sus caudales. El problema se torna cada vez más acuciante para las naciones de la zona. El vital líquido escasea y lo que se impone es su uso compartido, racional y racionado. Y
para llegar a esto es necesario establecer consenso entre los países involucrados. Nada más difícil en el Medio Oriente. Sea cual sea el tema. Su nombre árabe, Didjila, es una derivación de Tiglat que significa La Flecha.
La entrada de afluentes tiene importantes consecuencias en el régimen de los dos ríos. El Éufrates depende de la lluvia de un área de captación única y relativamente limitada. Por tanto, el volumen del río no varía mucho en los cursos medio y bajo. En cambio, el Tigris obtiene agua de un área mucho más extensa, y la lluvia local en un distrito afecta muy pronto a la altura del río. Por esta razón, una de las características de este río son los frecuentes desbordamientos. Una tormenta local en los Zagros puede producir cambios importantes en la altura del Tigris en un intervalo de pocas horas, y no es inusual que el río crezca de 2 a 3 metros en 24 horas.
El río Tigris desciende casi 300 metros entre la frontera turca y Bagdad. Lleva mayor volumen de agua que el Éufrates y está sometido a fluctuaciones estaciónales mayores. Los dos ríos tienen sus niveles más bajos en septiembre y octubre. El desbordamiento del Tigris es mayor en abril, y el nivel de agua más alto del Éufrates se produce en mayo. Estas inundaciones tienen lugar en un mal momento respecto al calendario agrícola invernal, ya que el nivel más alto llega en el momento en que los cultivos maduran y están dispuestos para la recolección. Por tanto, más que una ayuda para el crecimiento las aguas representan una amenaza para la cosecha.

Los sumerios dominaron la Baja Mesopotamia durante todo el cuarto milenio y se vieron obligados a defenderla de las incursiones de los pueblos vecinos, que la hostigaban como ellos la habían hostigado durante el milenio anterior. En la segunda mitad del IV milenio, concurrieron, en el sur de Mesopotamia (hoy Irak), una serie de circunstancias que desembocaron en el nacimiento del urbanismo. Las condiciones geográficas de la zona alentaron el desarrollo de las comunidades humanas asentadas allí, que ejercieron desde muy pronto el control de los recursos hídricos de los ríos Tigris y Eúfrates, y supieron beneficiarse de la actividad comercial de las grandes rutas caravaneros que atravesaban la región. Algunos núcleos de población se convirtieron en ciudades de considerable importancia, como Uruk, Ur, Larsa, Isin, Kish, Umma, Lagash, Nippur…, gobernadas por monarcas locales cuyos intentos de hegemonía sobre los territorios circundantes provocaron rivalidades y enfrentamientos armados.
Los protagonistas de este proceso fueron los sumerios, un pueblo con cuya presencia coincidieron algunas de las grandes transformaciones del Próximo Oriente: la ciudad, el templo, las monarquías de poder divino y la escritura cuneiforme.
En fechas muy cercanas a la de estas transformaciones de Mesopotamia, las comunidades del valle y del delta del Nilo en Egipto iniciaron el uso de la escritura jeroglífica y avanzaron hacia un proceso de unificación política que desembocaría en el nacimiento del estado egipcio; sus primeras dinastías dejarían un recuerdo imborrable en la historia del territorio al desarrollar algunos de los mayores proyectos arquitectónicos de la Antigüedad; pirámides, templos y tumbas irían jalonando durante centurias la historia de las dinastías egipcias, mientras el estado se convertía en el III milenio en una de las grandes potencias militares de Oriente y una monarquía teocrática dirigía sus destinos.
Mientras tanto, en Mesopotamia se asentaron poblaciones semitas. A partir del último cuarto del III milenio, los Acadios serían los responsables de la formación del primer estado territorial creado en el curso bajo del Tigris y del Eúfrates. Naturalmente, los sumerios trajeron consigo sus propios dioses, que pronto se combinaron con los de los pueblos conquistados. El panteón resultante tenía tres dioses destacados: Anu era el dios del cielo, y tenía su santuario más importante en la ciudad de Uruk, Enlil era el dios de la tierra y su santuario principal estaba en Nippur, mientras que Ea era el dios de los ríos y era especialmente adorado en Eridu. Probablemente los dos últimos eran dioses previos a la invasión, pues la tierra y los ríos son preocupaciones típicas de los agricultores, mientras que Anu sería el dios principal que trajeron los sumerios, un dios de pastores. Por supuesto, cada ciudad adoraba también a otros dioses menores. En el actual Irak, durante el sexto milenio a. C., se desarrolló la primera civilización evolucionada de la Historia. Entre los ríos Tigris y Eúfrates, una zona privilegiada para la agricultura, diversos pueblos, entre los que destaca el sumerio, lograron inventos tan importantes como la escritura y la rueda. También elaboraron el primer texto legal, el famoso Código de Hammurabi. Fueron los persas quienes, mediante la conquista de la mítica Babilonia, acabaron con esta gran sociedad.

Fue una de las ciudades más antiguas e importantes de Sumeria. Fue la ciudad capital de Gilgamesh, héroe de la famosa Epica. Se cuenta que sus paredes se construyeron por órdenes de Gilgamesh o su precesor Enmerkar quien también construyó, según se dice, el famoso templo de Eanna, dedicado a la adoración de Inanna o Ishtar.

Una atención especial hay que dedicar a la III dinastía de Ur por cuanto en su tiempo se sitúan muchos de los restos arqueológicos más importantes de naturaleza contable y matemática, la gran mayoría de ellos encontrados en excavaciones ilegales de finales del siglo XIX, lo que hace muy difícil su datación. Los guti terminan con el reinado del último rey sargónida, Sharkalisharri, hacia 2193, devastando en el transcurso de sucesivos enfrentamientos la ciudad de Akkad así como Ur y Uruk, de gran importancia entonces en el sur mesopotámico. Sin embargo, fueron incapaces de hacerse con los resortes del gobierno limitándose a cortar los caminos, saquear e incendiar. Finalmente se fueron replegando hacia los montes Zagros de manera que las ciudades sumerias al sur (Lagash, Ur, entre otras) volvieron a desarrollarse de forma autónoma. Ésta quedó plenamente confirmada con la derrota definitiva de los guti (2120) a manos del rey Utukhegal de Ur.
Nace así una nueva dinastía de reyes que ejercerán un control importante sobre toda la zona revitalizando la idea imperial de Sargón I. Del tiempo del hijo de Utukhegal, Shulgi (2094 – 2047) proviene la mayoría de los documentos importantes encontrados hoy en día.

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